segunda-feira, julho 20, 2009

Jornalismo

"Desde los años 60, los medios de comunicación asumen cada vez más el papel de mediación simbólica, tanto en la cultura como en la política. Se reconoce que los medios de comunicación no sólo son vehículos de expresión sino también creadores de opinión pública. Por ello, el hecho de que la publicación de encuestas pueda llegar a ejercer algún tipo de influencia ha sido objeto de debate, fundamentalmente cuando lo que se trata de publicar son sondeos electorales. La generalización de encuestas y sondeos de opinión ha cambiado los contenidos de las campañas electorales en los últimos años, siendo integrados en la lucha política y convirtiéndose en referentes obligados para gobiernos, candidatos, electores, y los propios medios de comunicación, que adquieren el rango de “actor político” como portavoces de la opinión reflejada en los resultados de las encuestas: en la medida en que los políticos trabajan en modificar la situación descrita en los sondeos, éstos son rápidamente integrados en la lucha política y, la prensa, mediante la publicación de encuestas de opinión (sobre todo electorales) adquiere el rango de actor político en tanto portavoz de esa opinión.
La opinión pública necesita de tal forma los medios de comunicación para su expresión y conocimiento que, hoy día, es prácticamente imposible que exista sin ellos. El problema radica en saber si se trata de una mediación neutra, fiel, “reflejo de la opinión pública”, o si la mediación se convierte en mediatización, reflejo de los intereses de todas aquellas instancias que se ocultan detrás y que se convierten en “creadores” de la opinión pública. Los medios como tal no manipulan ni crean la opinión pública, sino aquellos actores que actúan a través de ellos: líderes, grupos de presión, élites políticas y poder en general.
Los productores, editores y periodistas que construyen noticias sobre temas importantes toman una serie de decisiones cruciales que afectan directamente a la forma en que el público ve el mundo político. Las agencias informativas deciden qué temas tratar y qué temas no tratar, cuáles enfatizar y cuáles acallar. Además de transmitir información política, los medios “monitorizan” la respuesta del público hacia determinados temas y acontecimientos políticos, de forma que tienen un papel activo en la formación de la opinión pública. Este papel implicará la lucha por el control del contenido de las noticias.
Como señala V. Sampedro, los medios de comunicación se nos presentan como esos canales donde la opinión pública se expresa: 1) como una manifestación del “sentir de la calle”, 2) como “vigilantes del poder”, 3) como discurso social dominante. Las dos primeras formas son mantenidas por los profesionales de la comunicación para legitimarse, mientras que la última visión está más extendida entre las élites que compiten por establecer agendas, que entre los ciudadanos. Sólo cuando surgen controversias entre sus miembros, los medios “se atreven” a cuestionar la versión oficial.
Por tanto, podría decirse que el papel de los medios en el establecimiento de la “agenda” tiene mucho más que ver con el reforzamiento de los valores sociales dominantes y la legitimación de la posición de las élites y los grupos “respetables”, que con la creación de nuevos temas y el surgimiento de nuevos valores. Por ello tienen una importante función en la reducción del conflicto, la legitimación política y el cambio político. Incluso las disputas políticas que dominan las noticias tienden a ser conflictos entre posiciones igualmente legítimas cuya implementación no cambiaría el orden social. Así, la idea clave es que los medios producen hegemonía en la sociedad: excluyendo sistemáticamente las imágenes competitivas de la realidad, los medios parecen operar como “guardianes” que transmiten issues “normales” o “legítimos”, filtrando perspectivas radicales, amenazantes o alternativas”
(…) (Beatriz Mañas Ramírez - "LA FORMACIÓN DE LA OPINIÓN PÚBLICA: ENCUESTAS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN")

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