quarta-feira, julho 01, 2009

Opinião: "fútbol ya no es fútbol... es negocio"

"Que estamos en crisis es evidente. Pero que haya casos de negocios que parecen no entender de crisis, no lo es tanto. Hablamos de fútbol. Y es que pese a que la industria del ocio y el espectáculo está experimentando un descenso de sus cifras de negocio —como en el caso del cine—, sobre el césped los resultados son netamente ganadores, al menos para los pocos equipos que forman la élite mundial, ya que la supervivencia económica de los clubes pobres está muy amenazada.
Las cifras están ahí para avalarlo. En términos de ingresos brutos, el ejercicio fiscal de 2008 ha sido el mejor de la historia del deporte rey. Durante el pasado año, la Asociación de Federaciones Internacionales de Fútbol (FIFA) presentó unos ingresos por valor de 674 millones de euros y unos beneficios netos de 129 millones. Nada más y nada menos que un 375% más de beneficio que lo obtenido en 2007 (34 millones de euros). ¿Crisis? ¿Quién dijo crisis?
Cansados de escuchar, leer e incluso escribir acerca de los fuertes ajustes en los balances de ingresos y gastos de cualquier negocio existente dada la situación actual, en los últimos días han proliferado noticias que van a contracorriente. Las portadas de los grandes diarios nacionales, o incluso las cabeceras de arranque de los informativos de todas las cadenas de televisión y radio daban el notición: después de un año de rumores, el Manchester United aceptaba finalmente el traspaso de su jugador estrella, Cristiano Ronaldo, al Real Madrid por un montante de 94 millones de euros. La polémica está servida. ¿Tiene lógica que en un momento en el que se destruyen miles de puestos de trabajo, desaparecen miles de empresas y la economía mundial entra en recesión haya un flujo prohibitivo de dinero en circulación en los ambientes futboleros de alto «standing»?
Además, tal y como subraya Simon Kuper en Financial Times, este tipo de traspasos raramente mejora los resultados de un equipo y no tiene sino un leve impacto en los beneficios económicos del club. Entonces, ¿por qué estos contratos galácticos? ¿Qué aportan realmente? ¿A quién benefician? ¿Hay racionalidad en las cifras que se negocian?
¿Ocio o negocio?
El fútbol, que en sus inicios empezó siendo simple y llanamente puro ocio, tardó poco en convertirse en deporte. Años después, se le añadió espectáculo para terminar siendo lo que es hoy día: un negocio más, lo que ha exigido a los clubes de fútbol adoptar un funcionamiento cada vez más empresarial. Con sus épocas de vacas gordas y de vacas flacas. Y, por tanto, con su consiguiente evolución en el tiempo. Con cambios y reestructuraciones, como cualquier otra actividad empresarial.
El caso español
El fútbol español tiene su propia historia y su propia evolución tanto empresarial como deportiva. En los últimos años, en las empresas futbolísticas españolas no ha habido una buena correlación entre el capital invertido por los accionistas —a raíz de la conversión de los clubes de fútbol en sociedades anónimas deportivas—, y la consecución de los objetivos. La mayoría de los que han invertido su dinero en ellos buscando una rentabilidad económica no la han encontrado, y los que han invertido su dinero para obtener otro tipo de beneficios no pecuniarios (como éxitos deportivos), tampoco han encontrado la rentabilidad deseada". (por María Jesús Pérez, Mario S. Guillén, no ABC - Leia aqui o artigo na totalidade)

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