quarta-feira, fevereiro 16, 2011

Espanha: nova biografia de Adolfo Suarez diz que ele improvisou o modelo auton´+omico

Segundo o El Mundo, "Adolfo Suárez, presidente de la Transición, gobernó un complejo periodo en España donde se construyó una identidad de Estado. En este proceso, Suárez quiso resolver los problemas históricos "más acuciantes", aunque las circunstancias le desbordaron ya que "carecía de una política autonómica". Así se ha expresado el historiador Juan Francisco Fuentes en la presentación de su libro 'Adolfo Suárez. La historia que no se contó'. Una biografía que arranca con un joven político veinteañero buscándose la vida en Madrid y finaliza con sus apariciones públicas en los años 90. Durante la Transición todo pasa "muy deprisa". Un ejemplo de ello es el modelo autonómico que tanta polémica está creando entre la clase política actualmente. En opinión de Fuentes, el debate que se debería haber planteado en aquel momento es si optar por el modelo de la Segunda República. No obstante, el historiador reconoce que no sabe "hasta que punto se pudo dar" y se optó por el famoso "café para todos" y poder satisfacer a los nacionalismos. Con la consolidación del País Vasco y las primeras elecciones autonómicas de marzo de 1980, los políticos de la época esperaban que el terrorismo de ETA desapareciese. No obstante, sucedió lo contrario, "el terrorismo se incrementaba cuanto mayor independencia se obtenía". De hecho, el año finalizó con 124 víctimas de terrorismo, un factor fundamental para el "ruido de sables" que se cristalizó en el 23-F.
'El Rey recibe a quien le sale de los cojones'
A pesar de que el golpe militar no sucediese hasta 1981, días después de la dimisión de Suárez, lo cierto es que el primer presidente de la democracia española temía una sublevación del Ejército. A diferencia de las actuales revueltas en Egipto donde los soldados son quienes defienden una transición democrática, en España los militares eran contrarios al cambio. "Sólo el recuerdo de la Guerra Civil y la lealtad al Rey evitó la sublevación", sentencia el historiador. Don Juan Carlos I desempeñó un papel fundamental en la Transición. Famosa ha sido su relación con Suárez viviendo momentos de gran tensión. En un principio, se trataba de dos personas de la misma generación que, entre los años 1969 y 1979, tuvieron "una relación casi fraternal". Sin embargo, el presidente a partir de las elecciones de marzo de 1979 "va perdiendo el control de la situación ya que es un político muy particular", destaca Fuentes, "sabe hacer lo difícil y se mueve con dificultad en la cotidianidad". En opinión del autor, "no existió ningún desencadenante único y definitivo", pero en diciembre de 1979 la relación se deterioró. Suárez desconfiaba de las personas que hablaban con el Rey e intentó ejercer un control sobre Don Juan Carlos que desencadenó la histórica frase de "contundencia borbónica": "El Rey recibe a quien le sale de los cojones"
La musa del escarmiento y la voluntad del consenso
"Esto es la guerra civil y tú y yo ya la hemos hecho", con esta frase contundente el teniente general Guillermo Quintana detuvo al capitán general Jaime Milans del Bosch, quien sacó los tanques en Valencia el 23-F. Ése fue precisamente el espíritu de la Transición que intentó llevar Suárez en su política, trataba de llegar a una democracia sin tener que vivir otra guerra civil. La musa del escarmiento, la voluntad de consenso y la necesidad de no culpabilizar a ningún bando marcaron al presidente en la creación de una Transición pacífica. Según el historiador Fuentes, éstas fueron las claves, por ello no se creó un proceso de memoria histórica, se intentó construir una España para todos. El autor de esta biografía ha reiterado la palabra "consenso" para definir esta etapa política. El consenso es básico en un momento fundacional de una democracia, aunque el problema que se encontró Suárez es que "no estaba cómodo ante el clima de confrontación" que llegó tras los Pactos de la Moncloa y la firma de la Constitución.
Un político 'populista'
Santiago Carrillo definió al presidente de la Transición como "un hombre de izquierdas". El autor de esta biografía no se ha mostrado desacuerdo, ya que Suárez proviene de una cultura antipartido, antiliberal y, sin duda, "se trata de un auténtico demócrata". De hecho, su postura contraria a los liberales y a los democristianos le granjeó "varios enfrentamientos con sectores de su partido". Más que un hombre de izquierdas, Fuentes prefiere denominarle como un "político populista", sin el sentido peyorativo que ha alcanzado esta palabra en la actualidad. Dos factores básicos le otorgan unos "ribetes populistas": un sentido muy arraigado de lo público, por ejemplo, en la economía; y el concepto de pueblo como un todo indivisible y factor fundamental en la legitimación de un Estado. Adolfo Suárez se preguntó: "¿Cualquiera sabe lo que dirá la historia dentro de treinta años?" Juan Francisco Fuentes ha querido responder con su visión de historiador a esta cuestión. En todo momento ha aclarado que la historia es siempre "un pasado imperfecto que deja cabos sueltos" aunque con esta biografía pretende "resolver algunas incógnitas de la Transición".

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