Escreve o jornalista do El Confidencial, Carlos Hernanz: "La urgencia del ministro Cristóbal Montoro porque las Comunidades Autónomas acaten los planes de ajuste dictados desde el Ministerio de Hacienda están abriendo heridas en las propias baronías del Partido Popular. El primero en alzar la voz públicamente fue ayer el presidente de Extremadura, José Antonio Monago, pero hace unos días el mismo mensaje llegó desde Valencia, aunque de manera privada. El presidente de esta comunidad autónoma, Alberto Fabra, exigió menos frivolidades a Madrid ante los rumores propalados de una posible intervención de su región. El malestar en la capital del Turia es generalizado y va más allá de la estructura oficial del Partido Popular. Buena parte de la élite empresarial afín a las tesis populares, o que al menos criticó públicamente la gestión del anterior Gobierno del PSOE, discrepa de la estrategia marcada desde el Palacio de La Moncloa y desde Hacienda, donde han decidido presentar a las Comunidades Autónomas ante la opinión pública como el principal problema de la actual crisis, además de cuestionar sus competencias políticas para poder cumplir con el objetivo de reducción del déficit que exige Bruselas. El momento de máxima tensión se produjo hace dos semanas, a raíz de los rumores sobre una posible intervención de Andalucía y Valencia. Los primeros desplantes del socialista José Antonio Griñán señalaron a la comunidad andaluza como primer candidato a estar sometido a la ejecución de esa amenaza. Sin embargo, la insistencia por colocar a Valencia, "uno de los nuestros", en el mismo nivel de excepcionalidad ha desairado a los poderes fácticos locales, que se prestaron a cerrar filas en torno a Fabra tras la bochornosa salida de Francisco Camps por el caso de los trajes de Gürtel. Varios de los barones del PP consideran que la corriente de opinión creada respecto a las Comunidades Autónomas puede volverse en contra del propio Gobierno. Además, según el razonamiento trasladado a Génova, la demonización del sistema autonómico carece de recompensas de puertas afuera, donde se percibe como primer y principal problema de España la reforma del sistema financiero. Precisamente, esta tesis se ha visto reforzada tras la aprobación el pasado viernes del segundo Real Decreto impulsado por Economía en tres meses para sanear los balances de bancos y cajas. Además, en caso de existir la necesidad de revisar el modelo autonómico, desde las comunidades populares señaladas por Hacienda se insiste en abrir el debate a todas las regiones en lugar de estigmatizar sólo una parte, a pesar de que los problemas sean comunes, más allá de los niveles de déficit. En este sentido, algunos barones critican en voz baja el silencio que se extiende sobre la Comunidad de Madrid, que a finales de marzo afloró otros 1.000 millones de déficit en sus cuentas de 2011 como si de un error matemático fuera, o sobre su Ayuntamiento, el más endeudado de España.
Montoro, implacable con la CCAA
Mientras tanto, Montoro sigue firme en su discurso amenazante contra las CCAA para que rebajen su déficit al exiguo 1,5%. La última región objeto de sus dardos ha sido Asturias, donde el desacuerdo existente para formar gobierno entre FAC, PP y UPyD desató las iras del titular de Hacienda. Tampoco Cataluña ha estado al margen de las críticas del ministro jienense, a pesar de que la Generalitat, al tiempo que reclama el cumplimiento del pacto fiscal, va ya por su tercer programa de ajustes, tras presentar ayer lunes el último lote de medidas para recortar el agujero presupuestario en 1.500 millones de euros más. Este nivel de tensión está dando lugar a situaciones tan contradictorias, en principio, como la protagonizada por el propio Monago, que como presidente de Extremadura ha echado un capote a su homologo socialista Griñán, al que reconoce la voluntad de equilibrar las cuentas y reducir el déficit. No en vano, el presidente andaluz presentó también ayer lunes su programa de ajustes, centrado en la subida de impuestos y bajar sueldos a los funcionarios. A pesar de tener que recurrir todos a medidas similares, las comunidades autónomas amenazan con un frente común contra el centralismo de Madrid.
Montoro, implacable con la CCAA
Mientras tanto, Montoro sigue firme en su discurso amenazante contra las CCAA para que rebajen su déficit al exiguo 1,5%. La última región objeto de sus dardos ha sido Asturias, donde el desacuerdo existente para formar gobierno entre FAC, PP y UPyD desató las iras del titular de Hacienda. Tampoco Cataluña ha estado al margen de las críticas del ministro jienense, a pesar de que la Generalitat, al tiempo que reclama el cumplimiento del pacto fiscal, va ya por su tercer programa de ajustes, tras presentar ayer lunes el último lote de medidas para recortar el agujero presupuestario en 1.500 millones de euros más. Este nivel de tensión está dando lugar a situaciones tan contradictorias, en principio, como la protagonizada por el propio Monago, que como presidente de Extremadura ha echado un capote a su homologo socialista Griñán, al que reconoce la voluntad de equilibrar las cuentas y reducir el déficit. No en vano, el presidente andaluz presentó también ayer lunes su programa de ajustes, centrado en la subida de impuestos y bajar sueldos a los funcionarios. A pesar de tener que recurrir todos a medidas similares, las comunidades autónomas amenazan con un frente común contra el centralismo de Madrid.
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