sábado, maio 18, 2013

El barco más grande del mundo

Tiene rocódromo, tirolina, 25 restaurantes, canchas de baloncesto, una playa-piscina, tiovivo... Y el primer Starbucks en alta mar. Por algo el Allure of the Seas de Royal Caribbean, de 360 metros de longitud y espacio para 6.296 huéspedes, es la nave más descomunal que surca los océanos, con un peso cinco veces superior al Titanic. Nos colamos dentro. 225.282 toneladas de peso (unas cinco veces el Titanic y 12 la Torre Eiffel), 360 metros de longitud, 64 de ancho, 16 cubiertas, 24 ascensores, 65 metros de altura desde el nivel del mar, 6.296 huéspedes, 2.165 miembros de tripulación de hasta 71 países diferentes... Son las cifras que maneja el barco de cruceros más grande del mundo. O lo que es lo mismo, el Allure of the seas de la compañía Royal Caribbean. Siga leyendo, que se lo mostramos palmo a palmo. El Allure of the Seas tiene un hermano casi gemelo, el Oasis of the Seas. Ambos pertenecen a la misma naviera, Royal Caribbean, pero el primero le gana al segundo en tamaño por apenas cinco centímetros. Confirmado nada menos que por la mismísima NASA. Tal cual. Para que se haga una idea, es un 40% más grande que los barcos de cruceros al uso.El barco, inaugurado en 2010 y el más nuevo de la naviera, está dividido en siete vecindarios temáticos: Royal Promenade, un paseo cubierto salpicado de tiendas, restaurantes y cafés; Central Park (foto), la zona verde con 12.100 plantas naturales; Central Park Boardwalk, al aire libre; Entertaiment Place, con su pista de patinaje sobre hielo, su casino y su teatro; Vitality At Sea, para ponerse en forma a golpe de spa y gimnasio; Pool And Sports Zone, en la cubierta principal, y Youth Zone, con atracciones de todo tipo para niños de hasta 12 años. He aquí el Royal Promenade, con su característico cochazo rojo, parada obligatoria de todo aquel que quiera llevarse la foto con el capitán (por si acaso, se llama Hernán Zini y es argentino) el día de la cena de gala, un clásico de la serie Vacaciones en el mar que para recocijo de muchos (y para otros, no tanto; las cosas como son...) sigue existiendo. Las lentejuelas y joyas, esa noche. En el paseo, además, no falta el Rising Tide Bar, el primer club en movimiento en alta mar que se va desplazando a lo largo de tres cubiertas. Camarotes hay de varios tipos hasta llegar a los 2.706 disponibles. Léase con balcón, exteriores sin balcón, interiores (sólo uno de cada 10) y suites, que también se dividen en lofts con jacuzzi privado, otras con cuatro habitaciones, para seis personas... En función de lo que elija, el precio será diferente. Un ejemplo: puede embarcarse en el crucero de siete noches por el Caribe Oriental desde Fort Lauderdale a los paraísos de Nassau (Bahamas), Saint Thomas (Islas Vírgenes americanas) y Saint Martin (Antillas) desde 696 euros si opta por un camarote interior a 2.400 si prefiere una suite. Lo de practicar surf con monitor incluido por si acaso (eche un vistazo a la foto) se compenetra con una sesión de tirolina en toda regla, también en la imagen superior y también la primera suspendida en alta mar. Los osados pasajeros que la prueban recorren una distancia de más de 25 metros a lo largo de un patio al aire libre a una altura de nueve cubiertas sobre el Boardwalk. También hay hueco para un divertido minigolf de nueve hoyos.Lo de tirarse por un fastuoso trampolín ya no está a disposición del crucerista, por más atrevido que sea y por más de moda (televisiva) que esté por territorio patrio... Eso lo dejan para el equipo de entretenemiento de la nave, que ofrece un espectáculo de acrobacias profesionales y natación sincronizada en el AquaTheather, el teatro al aire libre. A un lado, se topará con el espectacular rocódromo con dos paredes de roca de 13 metros de altura, un imprescindible del Allure of the Seas. El AquaTheater también es el escenario de sesiones cinéfilas para todos los gustos y edades: desde Men in Black 3 a Skyfall o Brave, con esa niña pelirroja de la Escocia de hace siglos empeñada en salvar a su madre de una vida de... oso. La estrella de los años 50 es la mítica cinta Grease (imagen), con John Travolta y Olivia Newton-John. En la versión nocturna al aire libre viene incluida una auténtica sesión de karaoke. Los que quieran seguir destrozando canciones pueden hacerlo en el club On Air del Royal Promenade. La oferta gastronómica-enológica alcanza la cifra redonda de 25 locales repartidos por todo el barco. Hay de todo: italiana (Sorrento's Pizzeria o Giovanni's Table), americana cien por cien (con su propio ejemplar de la cadena Johnny Rockets y sus pantagruélicas hamburguesas), comida daludable (Vitality Café)... Hasta una enoteca, Vintages, en la que se maridan todo tipo de vinos con queso y tapas. Si lo suyo son los japos, ahí está el Izumi. Un par de sugerencias: langosta escaldada con salsa de champagne y rollo de tempura de camarones coronado con anguila de agua dulce. Y, por supuesto, sus bandejas de carne y pescado cocinadas sobre piedras calientes (ishiyaki). De postre, nos quedamos con el flan con esencia de jengibre. La cosa sigue con la churrascaria brasileña (Samba Grill), la cantina mexicana de Rita, con su particular fiesta temática a golpe de margarita y tacos o el restaurante 150 Central Park, con varios menús de degustación de hasta seis platos englobados dentro de la llamada cocina sostenible de vanguardia. Su responsable es el reputado chef Michael Schwartz, empeñado en volver a los orígenes de la comida. De ahí su colaboración con granjas locales. Estos restaurantes cuentan con un suplemento que puede oscilar entre los cinco y los 30 dólares (divisa con la que se comercializa en el barco). Nota: todos los chefs poseen la certificación de la Federación Culinaria Americana, la organización de cocineros profesionales más importante de Norteamérica. Lo último gastronómicamente hablando del Allure of the Seas es su particular Starbucks, el primero que surca los mares. Este paraíso de los adictos a sus frappuccinos, caramel macchiatos y demás propuestas cafeteras se ubica en el Royal Promenade. Avísamos: al igual que en la vida real, suele haber cola para hacerse con uno de los codiciados sofás.Suba a la cubierta 16 y allí se topará con (otro récord más) la primera playa-piscina en alta mar, los jacuzzis, la zona H20 para niños y diferentes bares en los que catar los infinitos cócteles de la casa. A saber: mojitos, margaritas, el del Capitán Bahama Mama, Air Force One, Pirate's Hurricane, Caribbean Sunshine... Cada día, uno está de promoción. Pregunte por él. Y hasta aquí, algunas de las claves del barco de cruceros más grande del mundo. Si se le antojan más, busque en esta web (texto de Isabel García, aqui, com a devida vénia)