"En el nuevo
escenario económico Alemania decide cuál es la interpretación correcta de la
crisis y su única solución. Nadie en Italia ha votado a Angela Merkel, pero
solo 48 horas después de su nombramiento como primer ministro de Italia, Enrico
Letta estaba montado en un avión con destino a Berlín.
Tampoco
hemos dado el sí por ella en España. Pero hace 2 años bastó un toque de
atención al presidente del Gobierno (entonces José Luis Rodríguez Zapatero)
para lograr lo que no ninguna iniciativa legislativa popular ha conseguido: una
reforma inmediata de la Constitución española. Un mecanismo acción- reacción se
reproduce en bucle en todo el sud de Europa: Alemania habla y los Gobiernos
aplican.
La
normativa europea no recoge que la pauta del continente la marque el país con
más poder económico. De hecho, hasta hace poco la Unión Europea carecía de
soberanía sobre la política económica de los Estados. En cambio ahora nuestra
economía se la juega en las elecciones alemanas que se celebran el próximo
septiembre. ¿Qué es lo que ha cambiado desde entonces?
Cómo menores de edad
Con
una economía saneada, exportaciones al alza y un desempleo que (aunque aumenta)
se mantiene bajo, Alemania desempeña con comodidad el papel de país «mayor de
edad» de la eurozona.
Un
escenario en el que los políticos alemanes «rutinariamente les dicen a los
otros países de la zona euro cómo manejar sus economías, citando a
Alemania como un modelo para la unión monetaria como un todo», explica el
economista jefe del Centro para la Reforma Europea a la agencia Reuters.
Una
nueva forma de capitalismo económico distinto del anglosajón, que huye
despavorido de la inflación y el sobreendeudamiento y que quiere crecer a golpe
de exportaciones y recortes sociales. Una doctrina económica que Alemania ha
impuesto como la única interpretación válida para salir de la crisis y que los
demás aceptan con solemnidad y respeto.
En
esta situación, Alemania «está imponiendo un modelo económico usando la
coyuntura de la crisis para después retirarse una vez fijadas las reglas que
quiere», explica Federico Steinberg del Real Instituto Elcano.
Acreedores y deudores
La
crisis económica ha dejado como en las guerras un mapa de vencedores y
vencidos. Federico Steinberg, investigador Principal de Economía y Comercio
Internacional del Real Instituto Elcano habla de «una nueva manera» de entender
las relaciones de los países de la UE, que ya no se desarrollan entre Estados,
si no «entre acreedores y deudores».
Ante
sustenatsdops que sí en un lado de la balanza tenemos a alemanes, finlandeses y
holandeses y al otro a españoles, italianos, griegos y -cada día más- a
franceses.
La
OCDE estima que la economía gala crecerá solo una décima en 2013 y que la tasa
de paro continuará subiendo hasta el 11,2% en 2014. En estas condiciones, la
opinión de la OCDE es que Francia no logrará cumplir con el Pacto de
Estabilidad y Crecimiento (PEC) y cerrará el año en el 3,5%, cinco décimas por
encima del objetivo de déficit. En estas condiciones, París no puede ejercer su
tradicional papel de contrapeso y a su vez socio comercial de Berlín: «Alemania
necesita a Francia para que la equilibre. No se siente cómoda en su papel de
liderazgo de Europa», considera Steinberg.
Una
opinión distinta tiene el historiador y columnista Dominic Sandbrook, que
escribe en el Daily Mail que cada vez un mayor número de europeos comparten la
idea de que «por tercera vez en menos de un siglo Alemania está intentando
dominar Europa».
Una opción innegociable
Cabe
preguntarse porque los países rescatados dejan a Alemania que imponga esta
interpretación única de la crisis. Las exigencia de no superar un déficit del
3% del PIB y una deuda del 60% ya existían en la Unión Europea desde su origen.
Sin embargo, ésto no impidió que la propia Alemania incumpliera estos criterios
hasta en 6 ocasiones cuando atravesaba su crisis económica. ¿Por qué las
economías del sur no pueden hacer lo mismo ahora? ¿Por qué nadie se atreve a
decir no'
Alemania
se ha encargado de «fijar normas que restrinjan el poder de maniobra de los
demás Estados», explica Steinberg. El economista no se refiere solo a las
condiciones fijadas por la troika en los mecanismos de rescate, si no al nuevo
paquete legistativo de la Comisión Europea «six pack, two pack». Esta batería de medidas
obliga a la contención del déficit y prohibe el endeudamiento, pero además
otorga instrumentos para sancionar a los países incumplidores. Un conjunto de
medidas con apenas un año de vida que no existía cuando Alemania o Francia
tenían problemas. En este nuevo contexto «los países intervenidos no pueden decir
que no» explica Steinberg" (texto Eva Pastrana,
ABC, com as devida vénia)