segunda-feira, maio 27, 2013

Universidades: " El ocaso de la Complutense" de Madrid...



Segundo o ABC, "la pérdida de alumnos y de profesorado se unen al deterioro de una institución en números rojos y con una deuda de 150 millones. No son buenos tiempos para la Universidad Complutense (UCM). Falta de liquidez, recortes, deuda acumulada por valor de 150 millones de euros, edificios casi en ruinas y laboratorios en precario mantienen a esta institución superior sumida en una decadencia sin precedentes en sus más de quinientos años de historia. Sin dinero, todo son problemas. De eso se quejan los rectores de las seis universidades públicas madrileñas: Complutense, Politécnica, Autónoma, Alcalá de Henares, Carlos III y Rey Juan Carlos. La Politécnica, sin ir más lejos, ha cortado por lo sano y acaba de despedir a 302 trabajadores, la mayoría de personal de administración y servicios (PAS). Sin embargo, las dimensiones y la antigüedad de la Complutense favorecen que su situación económica sea más delicada que la del resto de las otras cinco Universidades públicas. Con sus tres campus —Moncloa (que comparte con la Politécnica), Somosaguas y Aranjuez—, y sus 26 facultades, la Complutense ha perdido 4.197 alumnos entre los años 2004 y 2012. El curso actual tiene matriculados a 84.985 estudiantes. También se ha reducido, en el mismo periodo, la plantilla docente en 162 profesores. Por el contrario, el PAS cuenta con 596 empleados más, según cálculos de la Consejería de Educación.
El rector, José Carrillo, se ha tenido que enfrentar a encierros y protestas de trabajadores y alumnos a lo largo de este curso. Los primeros porque se niegan a ser ellos, en sus salarios, los paganos de una mala gestión. Los segundos, porque muchos de ellos —unos 3.100— no han pagados las tasas (una media de 1.300 euros por alumno y curso), lo que supone que, a día de hoy, no se hayan ingresado, todavía, casi 4 millones de euros. El Rectorado da una prórroga hasta finales de este mes de mayo para los deudores abonen la tarifa. De no hacerlo, el alumno se arriesga a que le anulen la matrícula. Carrillo, que hizo un «tour» en el primer trimestre del curso para contar lo mal que andaban las arcas de la Universidad «por culpa de los recortes a que nos somete la Comunidad de Madrid», admitió que la «situación es grave», pero que, bajo ningún concepto, se iba a despedir a nadie. También insistió en que «la Complutense ni se va a cerrar ni se a privatizar». En aquellas asambleas el rector escuchó como le llamaban «farsante» y «mentiroso». En la deteriorada imagen que hoy ofrece la UCM también han contribuido varios factores. Ejemplos hay. Para empezar, los edificios llevan años sin pasar por un lavado de cara. Los laboratorios escasean de material y medios para la investigación. Los «hospitales» de Veterinaria están sin actividad aunque ello reporte ingresos gracias a los particulares que llevan sus mascotas a consulta. Suma y sigue. El Rectorado se ha visto obligado a cerrar todos los edificios de los campus en época vacacional para ahorrar en las facturas de luz, agua y materiales. Tampoco se saca provecho, dicen los sindicatos, a los inmuebles y recuerdan que la Complutense tiene un patrimonio inmobiliario cercano a los 150 edificios.
Y todo ello sin olvidar la «joya» de la corona: la «esquina» de Isaac Peral, una parcela, como adelantó ABC, con pliego de condiciones para proceder a su «concesión demanial». Se establece un canon inicial de 1,5 millones de euros y otro anual de 120.000. El periodo es de 50 años. La «esquina» tiene varios «novios» pero, según ha podido saber ABC, el proceso está estancado. Lástima, porque sería una ayuda importante.
Dinero que no entra
Otra fuente de ingresos desaprovechada son las patentes. Un filón. Desde 1982, la Complutense ha generado unas 190 patentes «que ni comercializa ni saca provecho», alerta José Luis Urosa, de CSIT. La gestión de las tasas también provoca críticas. Pocos se explican que siga habiendo númerus clausus en Medicina o Enfermería: este curso se han quedado fuera 500 aspirantes a Medicina y 200 en Enfermería. No se entiende este derroche cuando una parte del profesorado imparte 130 horas anuales pudiendo llegar a 240. Las críticas sindicales a la gestión del rector Carrillo no cesan. Algunos sectores del profesorado creen que la Complutense está «muy sindicalizada», pero otros consideran necesarios a los representantes sindicales para «atar corto» al equipo rectoral. Hay un pálpito generalizado en los campus: las sentencias ganadas a la Comunidad de Madrid van a venir muy bien para tapar la deuda heredada por Carrillo de 150 millones de euros procedente de la gestión del rector Carlos Berzosa.
Pago con justificante
Versiones hay para todos los gustos. Tanto el Rectorado como los sindicatos hablan de 4 sentencias ganadas. La primera, del 21 de mayo de 2012, fija un pago de 18 millones más otros 3,5 en concepto de demora. Está pagada. La segunda, de 3 de enero de 2013, es de 47 millones y no está pagada. La tercera, del 2 de abril de 2013, es de 19,5 millones y tampoco se ha abonado. Hay una cuarta en discordia, que todavía no es pública, por valor de 16 millones. Sin embargo, desde la Consejería de Educación admiten dos sentencias por valor de 36 millones, «que se van a pagar este año». Citan otra de 42 millones, no recurrible, que solo se hará efectiva «cuando la Complutense justifique lo que se ha gastado en obras». Desde CSIT, José Luis Urosa explica la propuesta de su sindicato para ingresar más dinero. «Mejora de la explotación patrimonial; la comercialización y explotación de la marca y el nombre de la Universidad Complutense, así como la explotación de las patentes». «Además, y por poner otro ejemplo significativo, hay 140 vacantes en los colegios mayores gracias a una pésima gestión en esta parcela». En UGT tampoco se callan. Su representante, Manuel Lozano, opina que «la situación de la UCM es mala, delicada y genera una gran incertidumbre a toda la comunidad universitaria». Echa la culpa a la «asfixia económica» por parte del Gobierno regional pero, también, critica la «gran opacidad» del Rectorado sobre las cuentas. Lozano asegura que los últimos datos de liquidación del prepuesto son de 2011. UGT recela de la «inestabilidad en el empleo» que, además, aumenta la «plantilla envejecida»