sábado, novembro 30, 2013

Espanha: "A PARTIR DE ESTA CANTIDAD, SOMOS MÁS INFELICES"

Escreve o Expansion que "el dinero sólo puede comprar la felicidad de un país hasta los 26.600 euros de renta per cápita. Es cierto el axioma de que el dinero da la felicidad? El grado de satisfacción de un país depende del nivel de riqueza de la población, pero sólo hasta una cierta cantidad, a partir de la cual las personas comienzan a ser infelices. Esta zona óptima de felicidad o "punto dulce" como lo han denominado los científicos, estaría en torno a los 26.600 euros anuales de PIB per cápita. Qué grado de desarrollo económico nos hace felices? Los economistas han dado por primera vez respuesta a esta pregunta: cuál es la medida de bienestar material para alcanzar la felicidad. Es más, han descubierto que el grado de satisfacción ante la vida está cayendo entre los habitantes de los países más ricos del mundo. Los políticos, por lo general, siempre han buscado un grado de desarrollo económico óptimo para que los ciudadanos estén cómodos en la sociedad en la que viven.
Por eso no dejan de sucederse las investigaciones que estudian dónde se encuentra la conexión entre riqueza nacional y niveles de felicidad en la población: una cuestión que todavía es objeto de un amplio debate entre los economistas. Un estudio angloamericano publicado en el último número de la revista científica PLOS One ha confirmado el supuesto de que el grado de satisfacción de los habitantes de los países más pobres del mundo se eleva conforme lo hace su nivel de riqueza y aumentan las oportunidades de cubrir sus necesidades básicas. Pero también han constatado que a partir de un cierto punto de renta per cápita, el grado de satisfacción alcanza máximos y después comienza a decaer ligeramente en los países más ricos. Los investigadores, liderados por los economistas Eugenio Proto, del Centro de Ventajas Competitivas en la Economía Global (CAGE, en sus siglas inglesas), perteneciente al Departamento de Económicas de la Universidad de Warmick, en Reino Unido, y Aldo Dustichini, de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, han descubierto que una vez se alcanza un determinado nivel económico, la sociedad empieza a ser infeliz. Este punto máximos, según estos expertos, estaría en torno a 36.000 dólares anuales de PIB nominal per cápita (pp): 26.561 euros.
Los investigadores analizaron las estadísticas de más de 50 países integrantes de la Encuesta Mundial de valores (WVS, en sus siglas inglesas) realizada entre 2010 y 2012, que cruzaron con los datos del PIB ajustados a valores de paridad de poder adquisitivo (PPA), es decir, tuvieron en cuenta el valor del tipo de cambio de cada divisa para establecer la media. Cuantas más aspiraciones económicas, más insatisfacción De acuerdo a los últimos datos analizados, en Reino Unido, país que ponen como ejemplo, el PIB nominal ajustado según el índice PPA es de aproximadamente unos 37.000 dólares (27.299 euros). Y los expertos han comprobado que la felicidad de los británicos ya ha empezado a decaer: "Cuanto más dinero hay en un país, más crecen las expectativas de consumo", concluyen, "lo que sugiere que se crea más infelicidad ya que las personas empiezan a sentirse desgraciadas al tener que perseguir unas expectativas de vida más altas". El esfuerzo de guardar las apariencias "Para los Gobiernos es fundamental encontrar el nivel de riqueza necesario para hacer feliz a un país", señala Proto. "La ejecución de muchas de las políticas económicas, incluidas la de Gran Bretaña, están centradas en mejorar los índices oficiales de riqueza". Sin embargo, "cuanto más rico es un país, más infeliz es la población por el esfuerzo que supone mantener el estatus y guardar las apariencias", concluye este economista.
"Nuestro análisis contiene un hallazgo muy sorprendente que no se había publicado hasta ahora: que la satisfacción vital comienza a descender a partir de un determinado nivel de riqueza: en torno a 26.000 euros de PIB nominal". Los investigadores han llamado brecha de aspiraciones a este punto de inflexión: la diferencia entre los ingresos reales y los que nos gustaría tener. Cifras de PIB nominal superiores a esta cantidad socavan las expectativas de felicidad en una sociedad determinada. En el estudio se demostró que el porcentaje de habitantes de un país con un PIB per cápita inferior a 6.700 dólares (4.943 euros) que podían considerarse como "felices" era un 12% menor que los ciudadanos de países en los que este indicador oscilaba alrededor de los 18.000 dólares (13.280 euros). Sin embargo, en 11 de los países analizados cuyo PIB pp estaba en torno a 20.400 dólares (15.051 euros), el incremento de los niveles de felicidad era menos obvio. Y entre este último nivel y el más alto -54.000 dólares (39.841 euros)-, la probabilidad de declararse en el máximo nivel de felicidad era menor de un 2% (ver imagen). Los hallazgos del estudio, señalan los investigadores, corroboran la paradoja del progreso de Easterlin, la cual refuta la teoría tradicional económica que da por hecho que cuanto mayor es la renta de alguien, más contento está con su vida".