Li no El Confidencial que "según el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO), el CIS catalán, el 55% de los catalanes es partidario de separarse de España. Pero esa holgada mayoría se reduciría a un porcentaje mucho más moderado del 35% si las muestras de población seleccionadas para el sondeo no tuvieran una intencionada desviación hacia posiciones secesionistas. "Es obvio que una muestra sesgada conduce a un resultado sesgado", sostiene Convivencia Cívica Catalana (CCC), que asegura que el número de defensores de la independencia en las encuestas de la Generalitat "está inflado, como mínimo, en un 20%". La plataforma contra el nacionalismo excluyente acaba de hacer público un informe en el que cuestiona abiertamente la imparcialidad de los sondeos de opinión del Ejecutivo de Artur Mas. CCC afirma que esas encuestas "no reflejan de forma representativa y proporcional la composición de la sociedad catalana", y cita como ejemplo el barómetro del CEO del pasado mes de noviembre, según el cual un 55% de los catalanes votaría sí en un hipotético referéndum independentista y sólo un 22% se inclinaría por el no. CCC asegura que en ese barómetro están "notablemente infrarrepresentados" los votantes de partidos no nacionalistas y, en cambio, aparecen notablemente inflados los de formaciones nacionalistas e independentistas. Así, en el sondeo hay tres veces menos votantes del Partido Popular (PP) que en la realidad, mientras que hay casi un 50% más de votantes de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y un 30% más de Convergència i Unió (CiU).
En el barómetro de noviembre se preguntaba a cada uno de los entrevistados a qué partido político había votado en las últimas elecciones autonómicas, celebradas en noviembre del pasado año. Quienes declararon haber votado a CiU representan el 31,1%, pero en la muestra del Gobierno catalán ese porcentaje se eleva hasta el 40,4%, y hasta el 20,4% en el caso de ERC, pese a que la formación liderada por Oriol Junqueras obtuvo en los últimos comicios el 13,6% de los votos. La muestra de votantes del PP en el sondeo de la Generalitat es de sólo un 4%, aunque el partido que capitanea Alicia Sánchez-Camacho logró en 2012 un 13% de los votos. Los votantes de Ciutadans también están infrarrepresentados en el barómetro del CEO: un 4,3% frente al 7,5% obtenido en las pasadas elecciones, en las que el partido de Albert Rivera alcanzó nueve escaños. Un sesgo que se repite en el caso del PSC de Pere Navarro: un 12,5% en la muestra del Ejecutivo catalán frente a un 14,6% en las últimas elecciones autonómicas.
"Herramienta de propaganda"
"Los sondeos de opinión son un instrumento legítimo para describir y conocer mejor a una sociedad", argumenta la plataforma cívica liderada por Francisco Caja, "pero no pueden utilizarse desde el Gobierno catalán como herramientas de propaganda de sus ideas políticas, haciendo creer a los ciudadanos que gozan de un apoyo superior al que realmente tienen".
"Una vez realizado el trabajo de campo de un sondeo", prosigue el estudio de CCC, "siempre es necesario llevar a cabo un trabajo técnico" (lo que coloquialmente se conoce como cocina) con el fin de "interpretar y procesar los datos corregidos, corrigiendo los sesgos de la muestra de entrevistados. Sin embargo, el Gobierno catalán no corrige el sesgo tan notable hacia posiciones nacionalistas de las muestras y publica sus resultados sobre el apoyo a una hipotética secesión sin ajuste alguno". Detrás de esa supuesta falta de objetividad e imparcialidad se oculta, según CCC, Jordi Argelaguet. El director del CEO, recuerda la plataforma, "fue militante del Moviment de Defensa de la Terra, brazo político de la organización terrorista Terra Lliure". Argelaguet, añade CCC, "se ha manifestado públicamente partidario de saltarse la legalidad y la Constitución, y ha calificado a España como 'país vecino".
En el barómetro de noviembre se preguntaba a cada uno de los entrevistados a qué partido político había votado en las últimas elecciones autonómicas, celebradas en noviembre del pasado año. Quienes declararon haber votado a CiU representan el 31,1%, pero en la muestra del Gobierno catalán ese porcentaje se eleva hasta el 40,4%, y hasta el 20,4% en el caso de ERC, pese a que la formación liderada por Oriol Junqueras obtuvo en los últimos comicios el 13,6% de los votos. La muestra de votantes del PP en el sondeo de la Generalitat es de sólo un 4%, aunque el partido que capitanea Alicia Sánchez-Camacho logró en 2012 un 13% de los votos. Los votantes de Ciutadans también están infrarrepresentados en el barómetro del CEO: un 4,3% frente al 7,5% obtenido en las pasadas elecciones, en las que el partido de Albert Rivera alcanzó nueve escaños. Un sesgo que se repite en el caso del PSC de Pere Navarro: un 12,5% en la muestra del Ejecutivo catalán frente a un 14,6% en las últimas elecciones autonómicas.
"Herramienta de propaganda"
"Los sondeos de opinión son un instrumento legítimo para describir y conocer mejor a una sociedad", argumenta la plataforma cívica liderada por Francisco Caja, "pero no pueden utilizarse desde el Gobierno catalán como herramientas de propaganda de sus ideas políticas, haciendo creer a los ciudadanos que gozan de un apoyo superior al que realmente tienen".
"Una vez realizado el trabajo de campo de un sondeo", prosigue el estudio de CCC, "siempre es necesario llevar a cabo un trabajo técnico" (lo que coloquialmente se conoce como cocina) con el fin de "interpretar y procesar los datos corregidos, corrigiendo los sesgos de la muestra de entrevistados. Sin embargo, el Gobierno catalán no corrige el sesgo tan notable hacia posiciones nacionalistas de las muestras y publica sus resultados sobre el apoyo a una hipotética secesión sin ajuste alguno". Detrás de esa supuesta falta de objetividad e imparcialidad se oculta, según CCC, Jordi Argelaguet. El director del CEO, recuerda la plataforma, "fue militante del Moviment de Defensa de la Terra, brazo político de la organización terrorista Terra Lliure". Argelaguet, añade CCC, "se ha manifestado públicamente partidario de saltarse la legalidad y la Constitución, y ha calificado a España como 'país vecino".
