Li aqui que "Helle Thorning-Schmidt podría considerarse una dama desconocida dentro nuestras fronteras, pero provocar el ataque de celos a Michelle Obama no ha sido el primer 'escándalo' protagonizado por ella que da el salto a los diarios españoles. La primera ministra danesa se convirtió, sin pretenderlo, en una de las grandes atracciones del funeral por Nelson Mandela -con permiso de la princesa Corinna, que reapareció en escena acompañando a Charlene de Mónaco- celebrado este martes en Johannesburgo. Su cercanía con Barack Obama durante la ceremonia no sentó del todo bien a su esposa. Sentada en el otro extremo, la primera dama estadounidense contempló con rictus serio cómo su marido rompía en carcajadas por los comentarios de la mandataria, mientras se realizaban un selfie con su homólogo británico, David Cameron. Una ocasión poco apropiada para estrechar lazos amistosos y compartir gracias, como así se subrayó en las redes sociales.
No es de extrañar que Michelle controlase de cerca los movimientos de sus sonrientes acompañantes y que finalmente optase por sentarse entre ellos para poner punto y final a tan buen rollito. Helle Thorning-Schmidt levanta pasiones entre los mandatarios y ya Silvio Berlusconi fue ‘cazado’ cayendo en la tentación. Poco después de alzarse como líder de los daneses a finales de 2011, la política se reunió con sus homólogos en el Consejo de la Unión Europea en Bruselas, donde le recibió cordialmente Il Cavaliere. Las cámaras del hemiciclo fueron testigos de cómo el italiano aprovechó que Helle se dirigía a su sitio para girarse y ver en qué estado se encuentra su derrière a los 45 años. El vídeo tenía todos los ingredientes para convertirse en viral, como así ocurrió, acaparando jocosos titulares por todo el mundo.
2011 fue un año movidito para Helle Thorning-Schmidt. Su meteórica carrera política daba sus frutos convirtiéndola en la primera mujer en convertirse en primer ministro en Dinamarca. La competencia fue dura y sus contrincantes sacaron toda su artillería pesada cuando los sondeos ya la posicionaban como la favorita. Su pasión por los bolsos de marca o por vestir lujosas prensas de alta costura, bien le valió el apodo de “Gucci Helle”. Un calificativo propuesto por el eurodiputado Freddy Blak, que encerraba no sólo su predilección por la moda, sino también el hecho de ser una dama acomodada.
Como el mote triunfó y los medios en Dinamarca lo comenzaron a utilizar como un sinónimo sin segundas intenciones, la lucha por el poder se recrudeció. Poco antes de conocerse el resultado de las elecciones, Thorning-Schmidt tuvo que hacer frente a unas duras acusaciones. Una filtración a la prensa danesa señalaba no sólo que su matrimonio con el director del Foro Económico Mundial, Stephen Kinnock, se iba a pique, sino que el principal motivo de su ruptura era la supuesta homosexualidad de su marido y padre de sus dos hijas. Él, por aquel entonces, hacía vida en Ginebra, mientras que su esposa se labraba un futuro en un mundo dominado por hombres en Copenhague. Esta separación geográfica avivó los rumores sobre el fracaso en su matrimonio, que en 2011 cumplía 15 años, a los que se hicieron frente a través de una comparecencia pública para defender la integridad de su unión: “Sólo puedo decir que no es verdad y que es muy desagradable que los periódicos publiquen este tipo de rumores. Lamento profundamente que hagan este tipo de cosas con los políticos”, aseguró hace dos años.
Ahora, parece haber olvidado esos duros años de lucha y una vez que el poder es suyo, “Gucci Helle” no tiene reparos en evidenciar lo feliz que es, aunque eso conlleve encandilar al marido de otra que, por añadidura, es uno de los hombres más poderosos del mundo".
No es de extrañar que Michelle controlase de cerca los movimientos de sus sonrientes acompañantes y que finalmente optase por sentarse entre ellos para poner punto y final a tan buen rollito. Helle Thorning-Schmidt levanta pasiones entre los mandatarios y ya Silvio Berlusconi fue ‘cazado’ cayendo en la tentación. Poco después de alzarse como líder de los daneses a finales de 2011, la política se reunió con sus homólogos en el Consejo de la Unión Europea en Bruselas, donde le recibió cordialmente Il Cavaliere. Las cámaras del hemiciclo fueron testigos de cómo el italiano aprovechó que Helle se dirigía a su sitio para girarse y ver en qué estado se encuentra su derrière a los 45 años. El vídeo tenía todos los ingredientes para convertirse en viral, como así ocurrió, acaparando jocosos titulares por todo el mundo.
2011 fue un año movidito para Helle Thorning-Schmidt. Su meteórica carrera política daba sus frutos convirtiéndola en la primera mujer en convertirse en primer ministro en Dinamarca. La competencia fue dura y sus contrincantes sacaron toda su artillería pesada cuando los sondeos ya la posicionaban como la favorita. Su pasión por los bolsos de marca o por vestir lujosas prensas de alta costura, bien le valió el apodo de “Gucci Helle”. Un calificativo propuesto por el eurodiputado Freddy Blak, que encerraba no sólo su predilección por la moda, sino también el hecho de ser una dama acomodada.
Como el mote triunfó y los medios en Dinamarca lo comenzaron a utilizar como un sinónimo sin segundas intenciones, la lucha por el poder se recrudeció. Poco antes de conocerse el resultado de las elecciones, Thorning-Schmidt tuvo que hacer frente a unas duras acusaciones. Una filtración a la prensa danesa señalaba no sólo que su matrimonio con el director del Foro Económico Mundial, Stephen Kinnock, se iba a pique, sino que el principal motivo de su ruptura era la supuesta homosexualidad de su marido y padre de sus dos hijas. Él, por aquel entonces, hacía vida en Ginebra, mientras que su esposa se labraba un futuro en un mundo dominado por hombres en Copenhague. Esta separación geográfica avivó los rumores sobre el fracaso en su matrimonio, que en 2011 cumplía 15 años, a los que se hicieron frente a través de una comparecencia pública para defender la integridad de su unión: “Sólo puedo decir que no es verdad y que es muy desagradable que los periódicos publiquen este tipo de rumores. Lamento profundamente que hagan este tipo de cosas con los políticos”, aseguró hace dos años.
Ahora, parece haber olvidado esos duros años de lucha y una vez que el poder es suyo, “Gucci Helle” no tiene reparos en evidenciar lo feliz que es, aunque eso conlleve encandilar al marido de otra que, por añadidura, es uno de los hombres más poderosos del mundo".
