Segundo
o ABC, “los gobiernos de Londres y de Edimburgo publicaron ayer cifras opuestas
en relación al coste estimado de una posible salida de Escocia del Reino Unido.
Según los cálculos presentados por el Tesoro británico, cada escocés se
beneficiará anualmente de un «dividendo» de unos 1.700 euros durante los
próximos veinte años si siguen unidos. El líder escocés, Alex Salmond, afirma
por su parte que la independencia aportaría un «bonus» de unos 1.200 euros por
persona durante al menos quince años. Según el gobierno británico, la
independencia requeriría un incremento del 13% en la recaudación fiscal para
sostener un hipotético nuevo Estado y provocaría un recorte del 11% en los
servicios públicos. Además, al declive de los ingresos por los hidrocarburos
que predicen los expertos le suman unos costes mayores de la deuda pública y el
impacto del envejecimiento de la población. Y añaden un coste de más de 3.300
millones para poner en marcha las 180 nuevas instituciones que requeriría,
según el gobierno que preside David Cameron, levantar un nuevo país
independiente.
«Hecho
añicos»
«Dentro
del Reino_Unido podemos unificar recursos y compartir los riesgos», afirmó ayer
el liberal escocés Danny Alexander, ministro responsable del Tesoro. «Esto
implica un dividendo de 1.700 euros para cada hombre, mujer y niño en Escocia;
este dividendo es nuestra aportación a un futuro más próspero», defendió el
titular de Finanzas. Pero el efecto que buscaba el gobierno con la publicación
de estos datos en un voluminoso estudio económico se vio enturbiado por las
denuncias de «tergiversación» de un experto de la London School of Economics
(LSE). El profesor Patrick Dunleavy es el autor de uno de los estudios
comparativos usados como fuente por el Tesoro para calcular el dividendo de la
pertenencia a la unión. Y, ayer, este profesor de política de la LSE denunció
en su cuenta en Twitter que «la nota de prensa del Tesoro sobre el coste del
gobierno en Escocia tergiversa gravemente la investigación de la LSE». Se
refiere, según explicó después, a la estimación en unos 3.300 millones del
coste de crear las casi 200 instituciones nuevas que requeriría la
independencia. En su opinión, el coste estimado por el Tesoro es diez veces
superior al que él calcula. Estas críticas desde el ámbito académico sirvieron
de munición política al ministro principal escocés, el nacionalista Salmond,
quien afirmó que «los cálculos de Alexander han quedado hecho añicos». Según el
estudio presentado ayer también por el Ejecutivo regional escocés -que ha
convocado un referéndum de independencia el 18 de septiembre-, cada escocés
obtendría un «bonus» anual de unos 1.200 euros durante al menos quince años, si
Escocia se separara en 2016, como quieren los nacionalistas. Sus cálculos
incluyen un incremento de la producción de hidrocarburos del 14% entre 2013 y
2018”