El origen de los diferentes lagos que existen en el planeta
es muy variado. Estas extensiones de agua pueden ser fruto del movimiento de
las placas tectónicas, de la acción de los glaciares y los volcanes o, incluso,
de la mano del hombre a través de la creación de presas. Sea cual sea su razón
de ser, existen algunos lagos que poseen un encanto especial y están dotados de
un aura casi mágica.Podríamos enumerar grandes concentraciones que han llegado
hasta nuestros días y que gozan de fama mundial, como los mal llamados mar
Muerto y mar Caspio, además de lagos tan prestigiosos como el Baikal, Victoria,
Titicaca, Michigan, Tanganica, etc. Sin embargo, esta selección trata de dar
una vuelta de tuerca al concepto, recogiendo ejemplos menos conocidos, incluso recónditos,
y con características que los convierten en toda una rareza natural.
Aunque el agua es incolora, grandes masas acuosas como mares
y océanos se ven de color azul. La creencia popular señala al reflejo del cielo
como responsable, pero en realidad se trata de un fenómeno científico por el
que las diferentes frecuencias que forman la luz son absorbidas y reflejadas
por los cuerpos transparentes. En el caso del agua, la información reflejada y visible
al ojo humano es azul. Y qué pasa en lugares como el lago Hillier, en
Australia, donde el agua es de color rosa? A diferencia de otros lagos del
mismo color, como el Retba en Senegal, donde la respuesta la da una
bacteria, en el caso del ejemplo australiano aún se desconoce la causa. Este
asombroso lago fue descubierto por la expedición Flinders hace más de 200 años
durante el ascenso al pico más alto de la isla del archipiélago de La
Recherche, donde se encuentra este regalo de la naturaleza.
Hay un lago en la Patagonia que ocupa parte de dos países.
En Argentina responde al nombre de lago Buenos Aires y en Chile se llama lago General Carrera. Tiene origen glaciar y una
profundidad máxima de casi 600 metros. A pesar de sus costas de perfil difícil
y el predominio del viento, se han realizado asentamientos en aquellas orillas
donde el clima es algo más agradable. El lado chileno es el que ofrece el
atractivo turístico más especial. Se trata de varios islotes minerales de
carbonato de calcio. El más célebre es la catedral de mármol, pero también está
la capilla y la caverna. La parte inferior de los mismos ha sido erosionada por
el agua, creando cuevas a las que se puede acceder desde el pueblo Puerto Río
Tranquilo montado en una piragua o en una barca pequeña y disfrutar de una
verdadero espectáculo gracias a los reflejos del sol y del agua.
El fondo de las plantas del lago Abraham liberan gas metano
que antes de llegar a la superficie se congela. Estas burbujas petrificadas por
el frío crean columnas cada vez más profundas a medida que el invierno es más
duro. Este lago artificial data de 1972, cuando se construyó la presa de
Bighorn. Está situado en el río North Saskatchewan, al oeste de la ciudad
canadiense de Alberta, a los pies de las Montañas Rocosas. Su nombre es consecuencia de un concurso
realizado por el gobierno de Alberta, por el que se le pidió a los estudiantes
de la región que eligieran un personaje relevante. El elegido fue Silas
Abraham, un habitante de las cercanías en el siglo XIX. Estas burbujas son un
imán para los turistas y, sobre todo, para los fotógrafos. El que quiera
conseguir la instantánea perfecta, tendrá que andar por la superficie, que al
no estar cubierta de nieve, da la sensación de que se abrir bajo nuestros pies.
La temperatura del agua que contienen ciertos lagos no la
hace apta para bañistas. Es el caso de aquellos en los que el líquido elemento
está tan caliente que hierve el agua y se produce un vapor pesado y abundante.
Uno de los lagos más célebres en este sentido es el lago Boiling, en la isla de Dominica, cerca de
Roseau, su capital. De hecho, el nombre ya nos da una pista de lo poco
apetecible que resultará darse un baño en esta fumarola. En el parque nacional Yellowstone, en el estado de
Wyoming, se halla el centro termal más importante de los EE.UU, la colorista y
llamativa Gran Fuente Prismática. Otros lagos casi en ebullición dignos de
mención son los espacios termales localizados en el valle volcánico de Waimangu,
en Nueva Zelanda. La erupción del monte Tarawera en 1886 cambió para siempre el
ecosistema, dando paso a un conjunto hidrotermal en el que existen
manifestaciones de gran arraigo turístico como el lago Frying Pan o los
cráteres Echo y del Sur, además de otros puntos de interés como la piscina
Esmeralda o las rocas de la Catedral. En Nueva Zelanda abundan este tipo de
zonas con actividad termal. Otro buen ejemplo es Wai-O-Tapu, en Waikato.
Que caiga un meteorito no es un hecho de ciencia ficción.
Pasa en la realidad, aunque no con una frecuencia lo suficientemente alarmante
como para que cunda el pánico. En ocasiones, en los cráteres surgidos tras el
impacto de una pieza sólida del espacio exterior, tales como un asteroide o un
satélite, se acumula agua, dando lugar a un lago improvisado. Es el caso de,
por ejemplo, el lago Bosumtwi, en el país africano de Ghana, cuyas raíces se
hunden en el Pleistoceno. Tiene una superficie de unos 8 km de ancho. Está
ubicado en medio de un frondoso bosque y los lugareños lo utilizan como medio
de recreo, para bañarse y hacer excursiones en barco. También se explota la
riqueza pesquera que contiene. Para los ashanti, un grupo étnico muy importante
en este país, las aguas de este lago son sagradas, ya que en ellas residen las
almas de los muertos. En torno a este lago se realizan rituales que incluyen el
sacrificio de animales. Todo un espectáculo.
La belleza de estos lagos es tal que la UNESCO los tiene en
su lista de Patrimonio de la Humanidad. El parque nacional de los lagos de
Plitvicka es el orgullo de los croatas, algo que no es de extrañar
dado el maravilloso paraíso acuático que lo forma. Se cuentan 16 lagos
repartidos en diferentes alturas e interconectados por un sistema de cataratas y
cascadas de auténtico cuento. Como si de un parque de atracciones acuático se
tratara, parece que en cualquier momento va a aparecer un tobogán entre la
espesura o una persona montada en un donut gigante. La zona abierta al público
está repleta de senderos y puentes muy bien integrados con la naturaleza para
que el turista no pierda detalle. También es posible disfrutar de los lagos de
mayor extensión montado en una barca. Con un poco de suerte, seremos testigos
de una boda durante nuestra visita, ya que es un lugar común para celebrarlas.
El cráter de volcán inactivo se va llenando de agua lluvia
hasta que la cantidad de líquido se estabiliza. Igualmente, después de fuertes
erupciones, es posible que se colapse un volcán, originando una caldera que
también puede llenarse de agua. Estas tipologías lacustres son muy comunes. La
actividad volcánica es la responsable de estupendos ejemplos naturales, como
uno de los cráteres del volcán Irazú, en Costa Rica, de un verde intenso.
Si hemos querido destacar el lago Taal, en la isla de Luzón, en Filipinas, es
porque se trata de un lago en el que hay un volcán en el que hay otro lago en
el que hay una isla. ¿Me sigues? El lago está emplazado en una caldera
volcánica formada hace cerca de medio millón de años tras varias erupciones
violentas. Se trata de una zona llena de volcanes, algunos de ellos aún
activos, como el que le da nombre al lago. En una de las erupciones surgió,
dentro del propio lago Taal, una isla de unos 23 km2 en cuyo cráter se formó un
pequeño lago. En el lago, hay otra isla surgida de las erupciones llamada
Vulcan Point. ¿Ahora lo tienes claro?
Un lago de agua dulce y de agua salada? Éste es el sello
distintivo del lago Balkhash, en Kazajistán. El sector dulce, en la zona
occidental, está separado del salado, en la oriental, por la península de
Saryesik. Esta extensión de tierra deja que las dos partes del lago contacten
por medio del estrecho de Uzynaral. Además de diferenciarse en sabor, también
lo hacen en color. El agua de la parte oeste es de un color que va del amarillo
al gris, mientras que en el este adquiere tonos verdes y azules. Ambas partes
se congelan entre noviembre y marzo. La mala noticia es que a esta curiosa masa
acuática le espera el mismo futuro que a su vecino el mar de Aral, que en poco
más de una década se ha quedado prácticamente seco, dejando un paisaje
desolador de ciudades y barcos abandonados. Si no se detiene la explotación de
los ríos que vierten agua en el lago Balkhash, su contenido se acabará drenando
por completo de forma irremediable.
Si el buceo se cuenta entre tus aficiones favoritas, seguro
que uno de los momentos que más disfrutas al rodearte de agua es nadar entre la
fauna marina. ¿Te atreverías a compartir espacio acuático con medusas? Si son
las del lago que hay en la isla de Eil Malk, en Palaos, no tienes que
preocuparte de salir mal parado. Las células urticantes que poseen los
tentáculos de estos animales de cuerpo gelatinoso son demasiado pequeñas, así
que no hay peligro de que te piquen, incluso si se las toca adrede. Durante el
día, es posible congeniar con las medusas acompañándolas mientras nadan, lo que
hará que nos deleitemos con la belleza de su rítmica forma de nadar y su
brillante coloración naranja. Sin embargo, por la noche, las reinas del lago
bajan hasta los 20 metros. Con el fin de respetar su descanso, el buceo de
profundidad está prohibido. Además, la zona en la que duermen estas ‘picantes’
damas está llena de sulfuro de hidrógeno, mucho más tóxico para el hombre que
los aguijones de las medusas.
Las ubicaciones de los múltiples lagos repartidos por el mundo
a veces resultan de película, casi inverosímiles. Es el caso de aquellos que
están situados en pleno desierto, desafiando el clima. El lago Crescent o
Yueyaquan responde punto por punto al modelo de oasis que reina en el
imaginario colectivo. Su inconfundible forma de media luna se localiza en la
parte china del Gobi, cerca de la ciudad de Dunhuang. Este lugar es, además de
la joya turística de la región, uno de los mayores templos budistas del mundo. Sin
embargo, la constante influencia del hombre está poniendo en peligro la supervivencia de este regalo de la naturaleza. La
extracción de agua para el cultivo y el aumento de la población son las
principales razones que merman su nivel. Un oasis que también está en peligro
es el de Ubaru, en Libia, asentamiento de los tuareg. Gracias a su veintena de
lagos de diferente morfología y profundidad suele encabezar los listados de
oasis más bonitos del mundo. El más grande de todos es el Gaberoun, que ofrece
una imagen idílica gracias su orilla bordada de palmeras” (fonte: ABC)